Viajar en avión puede ser una experiencia emocionante, pero también un desafío, especialmente cuando se trata de vuelos largos. La comodidad durante este tipo de trayecto no depende solo de la elección de la aerolínea o la clase en la que se viaja, sino también de una serie de acciones que cada pasajero puede tomar para hacer que el tiempo en el aire sea lo más agradable posible. A continuación, presentamos algunas formas comprobadas para que incluso un vuelo de muchas horas resulte mucho más confortable.
Elección del asiento
Al decidirse por un vuelo largo, vale la pena tomarse un momento para reflexionar sobre qué asiento será el más cómodo para nosotros. Los asientos junto a la ventana no solo ofrecen una vista que puede ser una forma interesante de pasar el tiempo, sino también la posibilidad de apoyar la cabeza al intentar dormir. Por otro lado, los asientos junto al pasillo proporcionan un acceso más fácil al baño sin tener que molestar a otros pasajeros. Sin embargo, tengamos en cuenta que los asientos cerca de las alas del avión suelen ser menos sensibles a las turbulencias, lo que puede contribuir a un vuelo más tranquilo.
Preparación del equipaje de mano
Una planificación cuidadosa del equipaje de mano es clave para un viaje cómodo. Es importante llevar todos los artículos esenciales que puedan ser útiles a bordo. Una buena idea es empacar auriculares para escuchar música o ver películas sin interrupciones. No olvidemos el cargador del teléfono o un power bank, especialmente en vuelos largos, ya que el uso de dispositivos electrónicos puede hacer que el tiempo pase más rápido. También es recomendable llevar una manta ligera o un chal, que pueda servir de abrigo adicional si la temperatura en el avión resulta demasiado baja.
Salud e higiene
Durante un vuelo largo, es fácil sentir incomodidad debido a estar sentado en una posición durante mucho tiempo. Para evitar esto, es importante recordar levantarse y estirarse con regularidad. Ejercicios de estiramiento simples pueden ayudar a mantener una buena condición física y reducir el riesgo de problemas como coágulos sanguíneos. Mantenerse hidratado es otro aspecto clave para el bienestar. El aire en los aviones es muy seco, por lo que es fundamental beber agua con regularidad. Llevar una pequeña cantidad de crema hidratante y bálsamo labial también puede ser una buena idea para evitar la resequedad de la piel y los labios.
Un vuelo largo no tiene por qué ser un reto. Con una preparación adecuada y siguiendo algunos consejos sencillos, es posible aumentar considerablemente la comodidad del viaje. Es importante recordar elegir un buen asiento, empacar cuidadosamente el equipaje de mano y cuidar de la salud e higiene. Estos simples pasos pueden hacer que incluso un vuelo de muchas horas se desarrolle en un ambiente agradable y cómodo.
Autor: Juan Carlos Jiménez